jueves, 28 de octubre de 2010

Y sin embargo... te quiero.

Es difícil darse cuenta que madre e hija no siempre son el complemente perfecto. Está es nuestra realidad. Reproches, reproches y más reproches. ¿Así ha de empezar nuestra historia? Yo no lo creo. Quiero creer que puede ser otra historia, que puede haber otro rumbo para tratar de conocernos mejor, ya fue suficiente. ¿Cuantos años habrán pasado desde que dejamos de llevarnos bien? ¿Acaso nunca fue? Quisiera que seas mi amiga. No, no creo que algún día llegues a serlo, insisto; somos totalmente distintas. Yo la rara... ¿tu?
(...) Dejemos esto para otro momento.
Reacciona!

No hay comentarios:

Publicar un comentario